Pentecostés (del griego pentekosté (heméra) "el quincuagésimo día") describe la fiesta del quincuagésimo día después de la Pascua (Domingo de Resurrección).
Durante el Pentecostés se celebra el descenso del Espíritu Santo y el inicio de la actividad de la Iglesia, por ello también se le conoce como la celebración del Espíritu Santo. En la liturgia católica es la fiesta más importante después de la Pascua y la Navidad. La liturgia incluye la secuencia medieval Veni, Sancte Spiritus.
El fondo histórico de tal celebración se basa en la fiesta semanal judía llamada Shavuot (fiesta de las semanas), durante la cual se celebra el quincuagésimo día de la aparición de Dios en el monte Sinaí, por lo tanto en el día de Pentecostés también se celebra la entrega de la Ley (mandamientos) al pueblo de Israel.
En las Iglesias ortodoxas existe además la celebración de las Tres Divinas Personas o de la Santa Trinidad; las Iglesias occidentales celebran para esta ocasión desde el siglo XIV su propia fiesta llamada Trinitatis (la fiesta de la Santísima Trinidad) una semana después del Pentecostés.
En el calendario cristiano el Pentecostés termina, análogamente, el tiempo pascual de los 50 días llamado período o tiempo de la amistad.
En las narraciones sobre el Pentecostés de Hechos de los Apóstoles (2,1 - 41) se le adjudica al Espíritu Santo, en congruencia con el Antiguo Testamento, características milagrosas (carismas): él ofrece valentía y libertad, posibilita la comprensión (glosolalia) y fortifica una comunidad universal.
El Pentecostés inspira el segundo movimiento cristiano protestante más grande del mundo, el Pentecostalismo, que cuenta con más de 570 millones de seguidores.
El lunes de Pentecostés es día de fiesta en muchos países como Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia, Hungría, Islandia, Liechtenstein, Noruega, los Países Bajos o Suiza. También es festivo en algunas regiones de España como en Cataluña.
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