Pablo de Tarso, originalmente Saulo, también llamado San Pablo
Apóstol, el Apóstol de los Gentiles y San Pablo de Tarso (nacimiento entre año 5 y año 10 DC, Tarso (actual Turquía)- †año
67 en Roma), uno de los apóstoles más activos de
Jesucristo.
Según
Reinaldo Fabris, autor del Libro "Pablo, el apóstol de las Gentes", este personaje no cambió su nombre al convertirse al cristianismo, ya que como ciudadano romano y nacido en Tarso, además de ser judío tenía gran influencia de la cultura
helenística y
romana, por lo que como todo romano de la época tenía un “prognomen” relacionado con una característica familiar (el cual es SAULO, su nombre judío), y un “congnomen” que se asocia a una característica física (que en este caso es PABLO, que es su nombre romano).
El conocimiento de la cultura helénica (hablaba fluidamente el griego como el arameo) le permite a este Apóstol predicar el Evangelio con ejemplos y comparaciones comunes de esta cultura por lo que el mensaje fue recibido en territorio griego claramente y esta característica marca el éxito de sus viajes fundando comunidades cristianas. Pablo es considerado por muchos cristianos como el discípulo más importante de
Jesús, a pesar de que nunca llegó a conocerlo, y, después de Jesús, la persona más importante para el
cristianismo.
Pablo es reconocido por muchos cristianos como un
Santo. Hizo mucho para introducir el cristianismo entre los
gentiles y es considerado como uno de las fuentes significativas de la doctrina de la Iglesia primitiva.
Nació entre el año
5 y el año
10 en
Tarso, en la región de
Cilicia, en la costa sur del
Asia Menor (la actual
Turquía). La ciudad de Tarso tenía concedida la ciudadanía romana por nacimiento. Por lo que Pablo era ciudadano romano pese a ser hijo de judíos.
Hijo de hebreos y descendiente de la tribu de
Benjamín, en su adolescencia es enviado a
Jerusalén, donde estudia con el famoso rabino
Gamaliel. Tuvo una educación natural mucho mayor que los humildes pescadores que fueron los primeros apóstoles de Cristo. Decimos "educación natural" porque los otros apóstoles tuvieron al mismo Jesús de maestro recibiendo así una educación divina. Esta también la recibió San Pablo por gracia de la revelación. Siendo docto tanto en la sabiduría humana como en la divina, Pablo estaba en posición de enseñar que la sabiduría humana es nada en comparación con la divina. También es aquí donde se une al grupo de los
fariseos.
Tras la muerte de
Jesús, hacia el
año 33, comienzan a formarse grupos de seguidores de Jesús.
Pablo de Tarso fue un activo perseguidor de estas comunidades bajo la influencia de los fariseos. De hecho el fue de los que participó y asintió en la ejecución de
San Esteban, el primer
mártir (denominado protomártir) de la iglesia cristiana de aquel entonces, quien cayera víctima de lapidación no como consecuencia de la barbarie de la multitud, si no como cumplimiento de una ejecución judicial, pues Saulo contaba con la venia de Roma.
En el
año 36, camino a Damasco, tuvo una visiòn y se convirtió al cristianismo. Según el libro de los
Hechos de los Apóstoles y las
epístolas paulinas fue gracias a una aparición de Cristo camino de la ciudad de
Damasco, luego de la cual pide ser bautizado.
Comenzó su actividad de evangelización cristiana en
Damasco y
Arabia. Es perseguido por los judíos y huye a Jerusalén, donde es visto por
Bernabé quien lo lleva con Pedro y con Santiago el Hermano del Señor en el año
36. Huye de
Jerusalén, escapando de los judíos de habla Griega. Se lo llevan a Cesarea y es enviado a refugiarse en Tarso.
Bernabé acude a Tarso y se va con Pablo a
Antioquía, donde pasaron un año evangelizando.
Antioquía se convierte en el centro de los cristianos convertidos desde el paganismo. Aquí surge por primera vez la denominación de cristianos para los discípulos de Jesús.